¿Problemas digestivos y dolores pélvicos? Podrías tener endometriosis con SIBO
- Aristea Salud
- hace 2 días
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Si experimentas dolor pélvico crónico, distensión abdominal, gases excesivos y digestión irregular, y además sufres de menstruaciones dolorosas o problemas de fertilidad, es posible que estés lidiando con una condición más compleja de lo que parece: la endometriosis. Este trastorno ginecológico, que afecta a aproximadamente una de cada diez mujeres en edad fértil, puede estar asociado a problemas digestivos como el SIBO.
La endometriosis es una enfermedad ginecológica que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Su característica principal es la presencia de tejido endometrial fuera del útero, lo que provoca dolor, irregularidades menstruales y, en algunos casos, infertilidad.
Sin embargo, hay otro aspecto menos conocido de la enfermedad: la relación entre endometriosis y problemas digestivos, particularmente con el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino delgado, SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth).
El SIBO ocurre cuando hay un exceso de bacterias en el intestino delgado, lo que puede llevar a una serie de síntomas digestivos, como distensión abdominal, gases, dolor y diarrea. Aunque este trastorno digestivo no es exclusivo de la endometriosis, se ha descubierto que muchas mujeres con esta enfermedad experimentan síntomas gastrointestinales debido a un mayor riesgo de desarrollar SIBO.
¿Por qué las mujeres con endometriosis tienen más probabilidades de desarrollar SIBO?
La endometriosis está asociada con niveles elevados de inflamación en el cuerpo. Esta inflamación no solo afecta los órganos reproductivos, sino que también puede afectar el intestino, alterando la función intestinal y favoreciendo el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado.
El vínculo entre la endometriosis y el SIBO todavía está siendo investigado, pero la evidencia sugiere que las mujeres con endometriosis pueden estar más predispuestas a desarrollar SIBO debido a factores como la disbiosis intestinal, la inflamación crónica y las alteraciones en la motilidad intestinal.
Las mujeres con endometriosis pueden experimentar una motilidad intestinal alterada debido a la inflamación crónica y la formación de adherencias en el tracto gastrointestinal. Esto puede causar una ralentización del tránsito intestinal, creando un entorno propicio para el sobrecrecimiento bacteriano. El retraso en el paso de los alimentos a través del intestino permite que las bacterias se multipliquen en el lugar equivocado, es decir, en el intestino delgado.
Por otro lado, las hormonas sexuales, especialmente los estrógenos, juegan un papel crucial tanto en la endometriosis como en la motilidad intestinal. Un desequilibrio hormonal, común en mujeres con endometriosis, puede contribuir a la disbiosis intestinal y aumentar el riesgo de SIBO.
Aunque el SIBO puede ocurrir independientemente de la endometriosis, en muchas personas, las alteraciones en el sistema reproductivo y la inflamación crónica asociadas a la endometriosis pueden promover un ambiente propenso a este desequilibrio bacteriano en el intestino.
Los estudios han revelado que las mujeres con endometriosis tienen una microbiota vaginal, cervical e intestinal significativamente diferente a las mujeres sin la enfermedad. La disminución de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y el aumento de especies patógenas como Bacteroides son comunes en estas mujeres. También destacan la presencia de Lachnospiraceae Ruminococcus y el aumento de Pseudomonas, que puede favorecer la producción local de estrógenos y la proliferación del tejido ectópico. Esta alteración de la microbiota favorece una respuesta inmune desregulada que contribuye a la inflamación y al crecimiento de las lesiones endometriósicas.
¿Cuáles son los síntomas comunes de SIBO en mujeres con endometriosis?
En mujeres con endometriosis, la presencia de SIBO puede empeorar aún más estos efectos, ya que las bacterias sobrecrecidas en el intestino delgado pueden alterar la absorción de nutrientes esenciales, aumentar la inflamación y generar gases que causan distensión abdominal y dolor, haciendo más difícil distinguir qué parte de los síntomas se debe a cada condición.
Es importante señalar que estos síntomas también pueden ser causados por la endometriosis en sí, lo que hace que la presencia de SIBO pase desapercibida en muchos casos.
¿Cuáles son las recomendaciones?
El tratamiento de SIBO en mujeres con endometriosis puede incluir una combinación de estrategias, como la modificación de la dieta, el uso de antimicrobianos específicos para reducir el sobrecrecimiento bacteriano, y la gestión de los síntomas de la endometriosis. Es fundamental tratar tanto la endometriosis como el SIBO para mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Además de los suplementos, también es fundamental seguir una dieta antiinflamatoria, que se enfoque en alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables y fibra, mientras se limitan los alimentos procesados y los azúcares refinados. Esto puede ayudar a reducir la inflamación sistémica y controlar los niveles de estrógenos, lo cual es clave para manejar los síntomas de la endometriosis.
En casos de endometriosis con SIBO, existen suplementos que pueden apoyar el manejo de la inflamación, el equilibrio hormonal y la salud intestinal. Aunque algunos nutrientes pueden obtenerse a través de la alimentación, en muchas ocasiones la dieta no es suficiente para alcanzar niveles terapéuticos.
Entre los suplementos más recomendados se encuentran el magnesio, que ayuda a relajar la musculatura uterina y aliviar el dolor pélvico; los ácidos grasos omega-3, por su potente acción antiinflamatoria; y los probióticos específicos, que favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal y pueden reducir la disbiosis asociada al SIBO. También se ha observado que el N-acetilcisteína (NAC) contribuye a regular los niveles de estrógeno y a mejorar la respuesta antioxidante en mujeres con endometriosis.
Por otra parte, en presencia de SIBO, puede recomendarse berberina o orégano en cápsulas entéricas, bajo supervisión profesional, por su efecto antimicrobiano natural. Además, el uso de digestivos enzimáticos puede mejorar la absorción de nutrientes y reducir síntomas como hinchazón o malabsorción.
Algunos suplementos que recomendamos son:
Omega 3 de Kal, en formato perlas
Aceite de Onagra de Equisalud, en formato perlas
PEA de Sura Vitasan, en formato cápsulas
N-Acetil Cisteína de Supersmart, en formato cápsulas
Bisglicinato de Magnesio de Solaray, en formato cápsulas
En caso de que también haya Sobrecimiento Microbiano (SIBO, IMO) (si tienes flatulencia con sensación de hinchazón, además de diarrea o estreñimiento, posiblemente sí que tendrás exceso de microorganismos en el intestino), recomendamos incluir también estos dos suplementos:
Berberina con ácido lipoico de Equisalud, en formato cápsulas
Biotics Research A.D.P, en formato cápsulas
Los probióticos, especialmente Lactobacillus, han mostrado ser efectivos para mejorar el dolor asociado con la endometriosis y reducir el tamaño de las lesiones en modelos animales. Además, los probióticos podrían restaurar la función inmune y prevenir el desarrollo de nuevas lesiones.
Multiprobiota de Npro, en formato cápsulas
En resumen, si tienes endometriosis y sospechas que podrías tener SIBO, lo primero es consultar con un experto para obtener un diagnóstico adecuado. Pregunta por nuestros especialistas en Aristea Salud. Puedes pedir cita directamente en https://www.aristeasalud.com/pedir-cita o escribiendo a nuestro correo contacto@aristeasalud.com
Mientras tanto, puedes empezar a implementar cambios en tu dieta, tomar suplementos carminativos y probióticos, y adoptar un enfoque holístico para mejorar tu salud digestiva y general.
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